Curiosidad en el tiempo
Leyendo un poco, encontramos estos articulos que vale la pena observar y analizar ya que muestran como a pesar del paso del tiempo aun existe desinformacion y cierto recelo cuando se habla de la masoneria
Los secretos perdidos de la francmasonería
Que la francmasonería data de antes del diluvio; que es una mera creación de antaño; que es sólo una excusa para la convivencia; que es una organización atea destructora de almas; que es una asociación caritativa, haciendo el bien bajo una tonta apariencia de secreto; que es un engranaje político de extraordinaria potencia; que no tiene secretos; que sus discípulos guardan en secreto el conocimiento más grandioso concedido a la humanidad; que celebran sus misteriosos ritos bajo los auspicios e invocaciones de Mefistófeles; que sus procedimientos son perfectamente inocentes, por no decir sumamente estúpidos; que cometen todos los asesinatos que no conducen a alguien más; y que existen sólo con el propósito de promover la hermandad y la benevolencia universales; son algunos de los alegatos hechos por charlatanes fuera del círculo de los hermanos Libres y Aceptados. Omne ignotumpro magnifico. Cuanto menos se sabe, más se cree de la francmasonería. The Daily Telegraph, Londres, 1871.
La masonería hace considerable hincapié en motivar altos estándares de moralidad entre sus miembros. Pero difícilmente sorprende que se sospeche que una sociedad que utiliza saludos de mano, signos y lenguajes secretos para el reconocimiento mutuo de sus miembros, sea una influencia para el mal más que para el bien. ¿Por qué tener semejantes métodos si no para esconder la verdad? ¿Por qué esconder, si no hay nada que esconder? Aquellos que están fuera de la masonería perciben la idea de disfrazarse, recitar textos esotéricos y representar rituales extraños tan tonta que tienen la tendencia de creer que debe haber otra atracción hacia ella, que puede ser más siniestra. Es probable que no la haya... pero una negativa es siempre más difícil de probar. The Daily Telegraph, Londres, 1995
Fuente: La Clave de Hiram, Christopher Knight y Robert Lomas
Comentarios