El Venerable Maestro

Le corresponde al Venerable Maestro instalado
en la Silla
convocar a la Logia ,
abrir los trabajos, proceder a las iniciaciones y conferir los grados, asegurar
el buen desarrollo del orden de las reuniones, si es preciso retirándole la
palabra a todo hermano que perjudique el orden
No puede ser
interpelado ni recibir reprimendas durante las reuniones por ninguno de los
asistentes, ya que sólo se le pueden plantear observaciones. El Venerable dirige la Administración de la Logia y, en esa calidad,
controla el trabajo de los demás oficiales, firma los decretos y minutas, recibe y ordena
el trámite adecuado de la correspondencia y ordena los gastos autorizados por la Logia. Es , por derecho
propio, presidente de toda comisión y jefe de toda delegación de la Logia que representa en las
ceremonias y para las relaciones exteriores. Firma las actas y documentos oficiales.
Con la evolución de las mentalidades y el progreso de la conciencia, estos
poderes han sido progresivamente limitados en su duración. En la actualidad es
inconcebible que alguien pueda ser Venerable en funciones ad vitam. Los poderes del
Venerable también están limitados por el Orador, custodio de la Ley , quien puede y debe
intervenir si la "Ley" es transgredida.
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